Nunca supiste lo hermoso que eras, pues nunca realmente te miraste a ti mismo, nunca miraste quién eres y lo que eres.
¿Quieres ver cómo es Dios? Ve y mira en un espejo: lo estás mirando directamente a la cara.
Dios, la principal causa de toda la vida, nunca ha estado fuera de ti, eres tú.
Él es el maravilloso proceso de pensamiento, la inteligencia suprema que yace silenciosa y siempre presente dentro del hombre.
Dios, tu amado Padre, la totalidad del pensamiento, se contempló a sí mismo en la brillantez de la luz, que es en lo que se convirtieron todos ustedes.
Fue entonces cuando cada uno de ustedes se convirtió en un ser único y soberano, una parte de la mente de Dios para siempre.
Todos ustedes son Dios mismo, creados de él mismo. Son dioses creados por Dios, la primera y única creación directa de la Fuente de toda la vida.
Al aventurarse en la exploración de la vida, han combinado su suprema inteligencia con materia celular para convertirse en Dios-hombre:
La Mente de Dios Expresándose en la forma llamada humanidad; dioses viviendo en la maravilla de su propia creación llamada hombre. La humanidad, el hombre.
Todas nacieron cuando Dios, el Gran y Magnífico Pensamiento, se Contempló a Sí Mismo y Se Extendió hasta la brillantez de la luz. Ese fue tu comienzo, y tu nacimiento.
Tu verdadero Padre es Dios, el principio padre de toda la vida.
En un estado de alegría exuberante, estás en paz con todo lo que tú eres.
Cuando gozas de la vida, no puedes sentirte rencoroso o inseguro, atemorizado, enfadado o carente de nada.
En un estado de gozo estás satisfecho y completo, y la vida, la sabiduría y la creatividad fluyen como un poderoso río desde dentro de tu ser.
En un estado de gozo, tu inspiración llega hasta lo más alto de la grandeza y lo más profundo del sentimiento.
El Padre no ha dado directrices ni a ti ni a nadie de cómo debería ser su vida, salvo una cosa.
Y lo único que él desea para ti, proporciona lo esencial del ser.
Y es que seas dichoso, sin importar lo que la dicha signifique para ti.
Pues cuanto más feliz y dichoso seas dentro de tu precioso y divino ser, más cerca estarás de ser la semejanza de Dios y más en armonía con toda la vida.
Que seas feliz y alegre es el único deseo del Padre para ti. Y esto es, en verdad, el máximo valor emocional que existe.
Es el mayor logro en la vida.
Haber entendido la alegría y haberse convertido en ella es el único destino que Dios ha dado a toda la humanidad cualquiera que sea el plano que habite o el entendimiento que haya alcanzados, ya que el Padre es alegría.
Es un Ser que está alegre todo el tiempo.
El Padre te ha dado el poder de crear cualquier cosa que desees.
Él se convertirá en todo aquello que desees que él sea en tu búsqueda por entender la alegría. ¿Y juzgará alguna vez tus acciones o la realización de tus deseos? No. Nunca. Ese es el amor de Padre a hijo, de fuerza vital a fuerza vital.
Él quiere que hagas todo aquello que te haga feliz, alegre, pues ese es el único camino por el que llegarás a conocer al Padre y a ser como él es.
La alegría es libertad de movimiento sin interrupción. Es libertad de expresión sin juicio.
Es libertad de ser sin miedo o culpabilidad.
La alegría es saber que creas la vida a tu manera. Es el sublime movimiento del Yo permitido.
Eso es alegría.
¿Por qué es la alegría el estado de ser más sublime?
Porque cuando estás en un estado de gozo, estás en el flujo de lo que Dios es.
Y en ese flujo, no hay lugar para los celos, la furia, la amargura o la guerra.
Es difícil odiar o asediar a otra persona, es difícil dañar a alguien cuando estás en un estado de gozo.
Cuando estás feliz y lleno de gozo, amas al Dios que ves en todas las cosas.
En un estado de gozo exuberante, estás en paz con todo lo que tú eres.
Cuando gozas de la vida, no puedes sentirte rencoroso o inseguro, atemorizado, enfadado o carente de nada.
En un estado de gozo estás satisfecho y completo, y la vida la sabiduría y la creatividad fluyen como un poderoso río desde dentro de tu ser.
En un estado de gozo tu inspiración llega hasta lo más alto de la grandeza y lo más profundo del sentimiento.
En un estado de gozo, la vida se convierte en el fervor e intensidad de amanecer cuando el cielo es del color rosa más hermoso, las nubes están teñidas de rojo fuego, y los pájaros cantan en los árboles.
En la alegría de envejecer y vives para siempre, pues la vida ya no es una ardua tarea, sino una aventura maravillosa de la cual sólo quieres más.
Cuando la alegría está presente, eres uno dentro de tu reino del Yo. En un estado como ése has encontrado la utopía.
¿Cómo consigues la alegría? Sabiendo que cada momento de tu vida te brinda la libertad y la oportunidad de expresar la alegría, si ése es tu deseo.
Y sabiendo que no hay nada por lo que merezca la pena separarte de la felicidad, de la alegría y de Dios. Nada. Amándote a ti mismo completamente, intensamente, pues cuando lo haces estás amando a Dios.
No hay amor más sublime en la vida que el amor del Yo. No existe amor más grande, pues a partir del abrazo del Yo existe la libertad.
Y esa libertad es de donde nace la alegría. Y gracias a ese nacimiento Dios es visto, conocido y abrazado.
El amor más profundo, más grande y más significativo es el amor del Yo puro e inocente, la magnífica criatura que se sienta entre las paredes de la carne y que se mueve y contempla, crea, permite y es.
Y cuando tú ames lo que eres, sin importar cómo seas, entonces conocerás esta magnífica esencia que yo amo, que se halla detrás de todos los rostros y dentro de todas las cosas. Entonces amarás como Dios ama.
Así es fácil amar y perdonar. Así es fácil ver a Dios en toda la vida.
Cuando amas lo que eres no hay cosa inconquistable ni inalcanzable.
Cuando realmente te amas a ti mismo, vives solamente en la luz de tu propia risa y viajas solamente por el camino de la alegría.
Cuando el amor abunda dentro de tu maravilloso ser, el mundo, con todos sus desagrados, se convierte en algo hermoso, la vida se llena de sentido y de alegría, y la alegría, a través de la exuberancia de tu ser.
Inspira y glorifica toda la vida Y declara la pureza de tu ser.
No hay mayor propósito en la vida que vivir por el amor y la realización del ser.
Y eso sólo puede alcanzarse participando en esta vida y haciendo aquello que te produce felicidad, sin importar lo que sea.
El Padre impulsa la alegría hacia ti. Él siempre está ahí, esperando a que tú te abras para recibirla. Eso es lo que quiere decir Pidan y se les dará.
Es muy simple sentir alegría todo el tiempo. Sabe que eres digno de ella.
La alegría engendra alegría. Porque cuando aceptas la alegría que recibes, esa alegría realza la que vendrá en tus mañanas y te abre a un recibimiento mayor.
Por ello es imperativo amarte a ti mismo cada momento, pues cuando lo haces, preparas el ritmo, si quieres, de los momentos que vendrán.
Cuando vives solamente por el amor y la alegría del Yo preguntándote siempre qué te hace feliz y haciendo entonces lo que te digan tus sentimientos, esos momentos de éxtasis y regocijo quedan grabados en el alma de tu ser, que creará incluso más instantes de felicidad y alegría en los momentos que vendrán.
Cuantos más momentos pases siendo feliz y lleno de alegría, amándote a ti mismo y permitiéndote ser, más cerca estarás de ser la fuerza Dios de toda la vida.
Si vives tu vida de tal forma que todo lo que persigues en la vida lo haces para hacerte feliz, vivirás tu vida hasta su máximo destino.
Alcanzarás cosas milagrosas.
Serás un ejemplo admirable del amor del Yo y de Dios.
Experimentarás y entenderás la gran belleza y el maravilloso enigma que eres.
Entonces estarás listo para una nueva eternidad de experiencia vital, en un nuevo y mayor entendimiento.
Oh, mi amado Dios, en algún lugar dentro de mí,
manifiéstate este día, y abre mi mente, abre mi vida,
para que aquello que escuche lo experimente.
Oh, mi amado Dios, en este día bendice mi ser
y lo que aprenda.
Que así sea. Por la vida.
Un ser iluminado es aquel que es conciencia pura manifestada en espíritu o mente.
Y esto significa que un ser iluminado poseerá una calidad de riqueza mayor en su espíritu que en su cuerpo.
Una entidad iluminada es alguien que no se ve a sí mismo como su cuerpo, sino como el aspecto que está unificado con toda la vida.
Dios es amor. ¿Qué significa eso? Significa que Dios crea y da y jamás quita.
Eso es lo que significa.
Y Dios dio vida a todos.
Y al Dar y Sustentar esa vida, permitió que la forma de vida, con un duplicado de su mente, creara su realidad.
Se llama creer en uno mismo.
Combatir y conquistar un Yo al que sólo le interesa esta vida; ser más grandes que nuestros apetitos más fuertes, y aprender a aceptar lo que nuestro cerebro humano no acepta y enseñarle a hacerlo.
Esta escuela es acerca de resucitar al Espíritu dentro de ti el Dios interior para que sea el milagro.
CONCIENCIA, ENERGÍA, MENTE Y CEREBRO
Conciencia y energía crean la realidad.
Conciencia y Energía y un cerebro crean mente.
Conciencia. La conciencia es la estructura de la vida. Eso es lo que es.
No dije que fuera la mente de la vida; dije la estructura de la vida.
Y como la conciencia es un estado de percepción consciente, entonces la conciencia ya debe contener energía.
De modo que Conciencia y Energía están combinadas de modo indisoluble.
Son la misma cosa. No existe algo así como una energía inconsciente.
Conciencia y Energía crean la naturaleza de la realidad.
Simplemente significa que la realidad no podría existir sin Conciencia y Energía, porque la realidad, después de todo, es consciente de sí misma.
El cerebro es diferente de la conciencia, aunque ésta es lo que les da vida a las células.
El cerebro no crea la conciencia; crea pensamiento.
El cerebro crea pensamiento, ese es su trabajo. Ahora, un pensamiento equivale a la mente.
La mente se considera idéntica a un pensamiento.
Pero yo te diré cómo funcionan.
Aunque son sólo palabras, tienen su definición. Conciencia y Energía son la Fuente.
Cuando ella da vida, la da debido a un pensamiento. El cuerpo, el cuerpo humano, contiene un cerebro que es el vehículo de los flujos de Conciencia y Energía.
Es su fuente de poder.
La función del cerebro es tomar impulsos de Conciencia y Energía en el nivel neuronal y crear pensamientos.
El cerebro, de hecho, parte en pedazos el flujo de conciencia y la convierte en formas de pensamiento coherente que se alojan en los senderos neurosinápticos del cerebro.
De modo que ahora el cerebro puede recordar un pensamiento; esa es su función.
Entonces tu cerebro está allí para funcionar con el flujo de Conciencia y Energía moviéndose a través de él, encendiendo los puntos sinápticos, dándote imágenes aquí arriba.
La mente no es Conciencia y Energía; es su producto.
La mente es el producto de la conciencia sobre el cerebro, que crea formas de pensamiento o memoria.
Acéptalo como una filosofía, y la verdad surgirá de esa filosofía una vez la apliques.